El pasado 14 de agosto el movimiento estudiantil se movilizo en recuerdo de los martires estudiantiles y levantando las banderas de lucha hoy mas vigentes que nunca. La marcha partio de la universidad de la republica, con la lectura de una proclama (la cual transcribimos) y luego se continuo la marcha parando frente a carcel donde se reclamo la libertad de Fernando Maseillot y luego se traslado la movilizacion al Ministerio de economia para criticar la actual politica economica, reclamando una politica economica al servicio del pueblo, para luego culminar en las inmediaciones del palacio legislativo donde se hizo lectura a una proclama central que luego transcribiremos por este medio.
PROCLAMA LEIDA EL 14 DE AGOSTO EN LOS INICIOS DE LA MOVILIZACIÓN
Las calles nos ven unidos nuevamente. Otro 14 de agosto nos encuentra, como siempre, recordando a los tantos compañeros caídos, víctimas de la represión, víctimas de la injusticia, luchadores todos.
Fue Liber Arce el primero. Fue un 14 de agosto de 1968.
En aquel año de rebeldía juvenil en todo el mundo, el Uruguay se desbarrancaba en la fosa profunda del autoritarismo. La crisis económica golpeaba duramente a los sectores populares. La lucha social era la respuesta de obreros y estudiantes. Las calles, las fabricas y los talleres; los liceos y la universidad; se convertían en los espacios de esta lucha.
El brazo político de la dictadura “constitucional” de Pacheco Aréco, obedeciendo las ordenes del fondo monetario, arremetió contra los intereses del pueblo; congelando los salarios, ahogando aun más, si es que se podía, a los trabajadores, maximizando la explotación sobre un pueblo que tenía respuesta: ¡organización y lucha!
¡El pueblo en la lucha! ¡Los estudiantes en las calles! Resistiendo el avance del fascismo criollo, defendiendo los salarios, defendiendo un presupuesto digno para la educación, defendiendo la autonomía de la Universidad pisoteada por las botas militares.
Pero no solo defendiéndose estaba el pueblo. Estaba también soñando otro mañana. Un mañana que todavía nos debemos.
En ese sueño y esa lucha andaba el Uruguay, y así se despertó el 12 de agosto del 68.
Y estuvo andando aquel país durante todo el dia, ahogado por las medidas prontas de seguridad que lo querían silenciar. Y aquel dia como el anterior y el otro, los estudiantes salieron clandestinos a las calles en marcha “relámpago” a gritar bien fuerte sus razones.
Sin saber y sabiendo, que el brazo armado del gobierno era capaz de defender su proyecto a sangre y fuego.
¡Y abrió fuego el fascismo! Y la sangre fue de Liber Arce. Quien muere el 14 de agosto luego de dos dias de agonía. Tenía solo 28 años.
Aquel joven estudiante de odontología militante de la feuu, no sería el ultimo compañero caído.
Poco más de un mes después, el 21 de setiembre de 1968, son brutalmente asesinados en la escalinata de la Universidad, Hugo de los Santos, estudiante de Ciencias Económicas y Susana Pintos, estudiante del Instituto de Enseñanza de la Construcción.
El 8 de octubre de 1969, cae el estudiante de agronomía Jorge Salerno.
El año 1971 fue especialmente brutal:
El 18 de abril desaparece el estudiante de medicina Abel Ayala.
.
El 24 de julio de ese año, los francotiradores de la policía, asesinan a Heber Nieto, estudiante del Instituto de Electrotecnia, Mecánica y Electrónica... tenía 17 años.
El 17 de agosto, desaparece el estudiante de agronomía Héctor Castagneto.
Dos semanas después, El 1º de setiembre de 1971, en una movilización estudiantil, fue asesinado Julio Spósito, estudiante del Liceo Suárez, cuando junto a otros compañeros corría a refugiarse en la Facultad de Química.
El 27 de febrero de 1972 es secuestrado y acribillado, el estudiante de la Facultad de Humanidades Ibero Gutiérrez de tan solo 21 años.
El 11 de agosto de ese mismo año, durante una asamblea dentro del Liceo 8, un grupo parapolicial disparó contra los estudiantes, hiriendo de muerte a Santiago Rodríguez Muela.
El 6 de diciembre el estudiante de agronomía Joaquín Klüver fue baleado por la espalda por las Fuerzas Conjuntas durante una manifestación en el Paso Molino.
Aquel año 1972 también fue ejecutado el estudiante de 17 años Mario Eguren
El 12 de Marzo de 1973 desaparece Roberto Gomensoro.
El 27 de junio de ese año, el golpe de estado ratificó el camino autoritario y fascista adoptado años antes. Pero el pueblo organizado una vez más dio la cara, concretando la heroica huelga general de la CNT.
En ese marco, El sábado 7 de julio de 1973 el Consejo Directivo Central de la Universidad de la República realizó un acto en el Paraninfo y una manifestación por 18 de Julio, violentamente reprimidas por la Guardia Metropolitana. Allí fue baleado por la policía Ramón Peré, estudiante y docente de la Facultad de Veterinaria, que falleció durante su traslado al hospital.
El 8 de julio de 1973 fue asesinado el estudiante de Secundaria de 16 años Walter Medina, mientras pintaba en un muro “Consulta Popular”.
El 11 de julio, la Mesa Representativa de la CNT decidió levantar la huelga. Al día siguiente, miles de trabajadores y estudiantes comenzaron a ser sancionados, perseguidos y encarcelados.
El 1º de setiembre de 1973, el estudiante de agronomía Hugo Leonardo De los Santos, de 21 años, fue detenido por las Fuerzas Conjuntas. Tres días después su cuerpo torturado fue entregado en cajón cerrado a su familia en Rocha.
El 27 de octubre de muere en la Facultad de Ingeniería Marcos Caridad Jordán.
El 29 de junio de 1974, Nibia Sabalsagaray, de 24 años, apenas recibida de profesora de literatura, ex militante estudiantil del CEIPA, fue detenida, torturada y asesinada por milicos del Batallón de Ingenieros Nº 5.
Diana Maidanick (estudiante de psicología infantil), junto a dos compañeras, todas de entre 18 y 19 años de edad, fue acribillada con armas de guerra en un operativo represivo ejecutado el 21 de octubre de 1974.
El 13 de diciembre de ese año, en un operativo de las Fuerzas Conjuntas, fue detenido y desapareció Luis Eduardo González. Tenía 22 años y era oriundo de Young. Trabajaba en una fábrica de plásticos, integraba la FEUU por la Facultad de Medicina.
En febrero de 1976 fue detenida, torturada y asesinada en Montevideo la estudiante de Servicio Social Silvina Saldaña.
El 24 de junio de 1976, Elena Quinteros, maestra y estudiante de la Facultad de Humanidades, perseguida por las Fuerzas Conjuntas, ingresó a la Embajada de Venezuela profiriendo gritos de “asilo”. Sus perseguidores también ingresaron al predio y se trabaron en lucha con funcionarios de la Embajada que, alertados por los gritos, pretendieron retener a la mujer. Finalmente, Elena fue sacada por la fuerza de la Sede Diplomática y llevada a un automóvil que arrancó a contramano por Bulevar Artigas. A cierta distancia del lugar, Elena fue subida a una camioneta militar que probablemente la llevó al Batallón de Infantería Blindado Nº 13. Allí fue interrogada, torturada y luego desaparecida.
El 2 de octubre de 1976 fue detenido en Argentina el militante de arquitectura, Juan Pablo Recagno. Torturado en el tristemente celebre “Automotores Orletti”, fue víctima de uno de los vuelos de la muerte.
Miguel Mato, estudiante de Derecho, militante clandestino contra la dictadura cívico-militar, desapareció el 29 de enero de 1982.
La lista es larga compañeros, larga y dolorosa. Pero la memoria es necesaria, una memoria activa, una memoria de lucha, porque el mundo mejor; mas justo y más libre por el que cayeron todos estos compañeros aun está por ser conquistado.
Los compañeros viven en nuestra lucha.
Por ellos, y por tantos otros, encarcelados y torturados durante tantos años es que hoy como ayer seguimos gritando bien fuerte:
¡Justicia y nunca más! ¡Nunca mas al terrorismo de estado! ¡Nunca mas a los olvidos forzosos!
¡Porque seguimos peleando por un mundo nuevo!
¡Abajo la resignación!
¡Abajo el individualismo!
¡Arriba los que luchan!
